rogaré a la luna,
que haga con su brazos
de plata una cuna.
Para calmar tu llanto,
ensayaré una nana,
con los coros de los ángeles,
y las cómetas de plata.
Para calmar tu llanto,
encenderé en el cielo,
una por una como velas,
en esta Noche, los astros.
Para calmar tu llanto,
iluminaré este establo,
con faroles y pondré en él
todas las estrellas.
Para calmar tu llanto,
Niño de Belén,
si me dejas
haré de mi corazón
una surtida manta.
Para calmar tu llanto
convertiré cada noche,
en una nueva Nochebuena
y cada mañana
en una nueva Navidad
para calmar tu llanto.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
19 de noviembre de 2.009